La alimentación es fundamental para tu salud y bienestar, y los carbohidratos, grasas y proteínas son tres de los nutrientes más importantes en tu dieta. Cada uno de estos nutrientes tiene diferentes efectos en tu cuerpo y, por lo tanto, es importante saber cómo elegir las mejores opciones.
Carbohidratos
Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo. Se dividen en dos categorías: los carbohidratos simples y los complejos. Los carbohidratos simples, como el azúcar, se absorben rápidamente en el cuerpo, lo que produce un aumento rápido de la glucemia, mientras que los carbohidratos complejos, como los que se encuentran en el pan integral o la avena, se absorben más lentamente y producen un aumento más gradual de la glucemia.
Es importante elegir carbohidratos complejos, ya que proporcionan energía sostenible y prolongada en lugar de una rápida subida de energía seguida de una caída. Además, los carbohidratos complejos también son ricos en fibra, lo que ayuda a mantener la sensación de saciedad y a controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Grasas
Las grasas son una fuente importante de energía y se dividen en tres categorías: grasas saturadas, grasas insaturadas y grasas trans. Las grasas saturadas, como las que se encuentran en la carne roja y los productos lácteos, aumentan el colesterol malo en el cuerpo, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las grasas insaturadas, como las que se encuentran en el pescado y los frutos secos, pueden ayudar a reducir el colesterol malo y mejorar la salud del corazón.
Las grasas trans son un tipo de grasa que se encuentra en los alimentos procesados y fritos. Estas grasas aumentan el colesterol malo en el cuerpo y pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Es importante evitar las grasas trans y limitar la ingesta de grasas saturadas, y en su lugar, optar por grasas insaturadas
Proteínas
Las proteínas son esenciales para el crecimiento y reparación del cuerpo. Se encuentran en alimentos como la carne, el pescado, los huevos y los productos lácteos. Las proteínas también se encuentran en fuentes vegetales como las legumbres, los frutos secos y las semillas, las cuales son más sencilla para consumir, ya que no necesitas cocinarlas y además las puedes acompañar con otros alimentos como yogur, en una ensalada u otras muchas opciones.
Es importante elegir fuentes de proteínas magras y evitar las carnes procesadas, que pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También es importante obtener proteínas de fuentes vegetales, ya que son más bajas en grasas saturadas y pueden ser ricas en nutrientes como la fibra.
En resumen, es importante elegir carbohidratos complejos en lugar de simples, limitar la ingesta de grasas saturadas y evitar las grasas trans, y elegir fuentes de proteínas magras y de origen vegetal. Al hacer estas elecciones saludables en tu dieta, puedes ayudar a mantener una buena salud y bienestar a largo plazo. Además, combinándolo con una rutina de entrenamiento completa, podrás conseguir un cambio en tu vida, tanto físico como psicológico y mental.
Bibliografía
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