Introducción
Se sabe que el ejercicio es bueno para el cuerpo, pero también puede tener un impacto positivo en tu salud mental. El ejercicio ayuda a controlar el estrés, sienta bien (¡en serio!), calma la ansiedad y la depresión y aumenta la autoestima.
El ejercicio puede ayudarte a controlar el estrés
El ejercicio puede ser una buena forma de controlar el estrés. Al hacer ejercicio, la sangre fluye a todas las partes del cuerpo, incluidos los músculos, la piel y los órganos. Esto ayuda a eliminar las toxinas que se acumulan durante los entrenamientos o la vida cotidiana. El ejercicio también despeja la mente al centrarse en lo que está sucediendo en ese momento en lugar de preocuparse por cosas que sucedieron en el pasado o que podrían suceder en el futuro (lo que puede causar estrés).
Se ha demostrado que el ejercicio mejora la calidad del sueño y reduce la fatiga provocada por la falta de sueño, dos factores que contribuyen a reducir el estrés en general.
El ejercicio es bueno para la salud emocional
Reduce la ansiedad: el ejercicio puede ayudarte a sentirte menos ansioso y más relajado. El ejercicio físico es una forma efectiva de reducir los niveles de ansiedad. El ejercicio tiene varios efectos positivos en el cuerpo y la mente, lo que puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad y mejorar el bienestar en general.
Estarás menos deprimido: El ejercicio puede ayudarte a reducir los síntomas de depresión y mejorar el estado de ánimo. Cuando haces ejercicio, tu cuerpo libera endorfinas, que son químicos que te hacen sentir bien y reducen la sensación de dolor. Además, el ejercicio puede ayudarte a distraerte de tus problemas y preocupaciones, lo que puede reducir la ansiedad y la depresión.
Aunque puede ser difícil encontrar la motivación para hacer ejercicio cuando se está deprimido, incluso pequeñas cantidades de actividad física pueden hacer una gran diferencia. Caminar, nadar, andar en bicicleta o hacer yoga son todas actividades que pueden ser beneficiosas para la salud mental.
Esta es una gran noticia para quienes luchamos contra la depresión o la ansiedad: levantarnos del sofá y movernos podría ser justo lo que necesitamos para empezar a sentirnos mejor.
El ejercicio disminuye el riesgo de depresión y ansiedad
El ejercicio es una buena forma de relajarse. Cuando estás estresado o ansioso, hacer ejercicio puede ser una buena forma de liberar esa energía y sentirte mejor. Puede parecer lo último en lo que piensas cuando te sientes abrumado por la vida, ¡pero sin duda funciona!
Cuando las personas hacen ejercicio con regularidad también tienden a dormir mejor que las que no lo hacen tan a menudo. Esto se debe a que la actividad física regular ayuda a regular las hormonas que controlan los patrones de sueño, como la melatonina y la serotonina (la hormona de la felicidad).
Si padece depresión o ansiedad, el ejercicio puede ser especialmente beneficioso para ayudar a regular estas afecciones, ya que libera endorfinas que nos hacen sentir más felices.
Hacer ejercicio te ayuda a sentirte mejor
Ahora que ya sabes cómo puede ayudarte el ejercicio a tu salud mental, el siguiente paso es empezar. Si no está seguro de por dónde empezar, pruebe este sencillo plan de ejercicios:
- Estira los músculos y relájate antes de empezar a entrenar.
- Escucha música mientras haces ejercicio. Esto te ayudará a mantener la mente ocupada y concentrada en algo que no sea lo duro que te resulta.
- Cambia los tipos de ejercicios o entrenamientos que haces cada día para que no te parezcan demasiado repetitivos o aburridos; esto ayudará a que sigan siendo agradables con el tiempo en lugar de parecer una tarea (lo que puede hacer que la gente no quiera o no pueda continuar).
Conclusión
Los beneficios del ejercicio sobre la salud mental son evidentes. El ejercicio es bueno para la salud emocional, puede ayudarte a controlar el estrés e incluso reducir el riesgo de depresión y ansiedad. Si quieres mejorar tu salud mental haciendo ejercicio, empieza por algo pequeño, como caminar todos los días o hacer yoga en casa, antes de pasar a actividades más intensas, como correr o levantar pesas.
Bibliografía
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