Introducción
Casi todo el mundo sabe que hay que beber agua durante y después del ejercicio. Esto ayuda a prevenir el sobrecalentamiento y otros problemas de salud asociados al ejercicio, pero ¿cuánta hay que beber? La respuesta depende de varios factores, como el peso, el tipo de actividad y su intensidad. Sin embargo, siempre es bueno empezar a beber agua antes de empezar a hacer ejercicio para “preparar” el cuerpo para la hidratación, y seguir bebiendo durante todo el entrenamiento (lo ideal sería cada 15 minutos). Esto no solo mantendrá su cuerpo bien hidratado durante el ejercicio, sino que también le ayudará a evitar la deshidratación más tarde, cuando no haya tiempo para hacer otra parada en la fuente de agua o en el baño.
El agua es esencial para la vida
El agua es esencial para la vida. El agua constituye aproximadamente el 60% del peso corporal y ayuda a regular la temperatura corporal, transporta nutrientes y oxígeno a las células y elimina los productos de desecho de las células. Un adulto medio debe beber unos 2 litros (unos 8 vasos) de agua al día para mantenerse hidratado.
El agua se pierde a través del sudor, la respiración y la orina
- El sudor es la principal fuente de pérdida de agua en el deporte. También contiene minerales electrolíticos, como sodio y potasio.
- El aliento es el vapor de agua que exhalas por la boca o la nariz.
- La orina se puede considerar un producto de “desecho” porque contiene productos de desecho del metabolismo del cuerpo: no es sólo H2O.
La deshidratación puede provocar calambres, tensión muscular y agotamiento por calor.
La deshidratación puede provocar calambres, tensión muscular y agotamiento por calor. Todos ellos son signos de deshidratación.
Los calambres son contracciones musculares dolorosas que se producen cuando estás deshidratado o fatigado. Si sufres calambres durante el ejercicio, podría ser un indicio de que tu cuerpo no está ingiriendo suficientes líquidos.
La tensión muscular es otro síntoma común de deshidratación: Cuando no tenemos suficiente agua en el cuerpo (y, en concreto, en los músculos), éstos se tensan y se contraen al tirar unos de otros sin contar con la amortiguación adicional que proporciona el contenido de líquido de las células sanas. Esto provoca malestar o dolor en todo el cuerpo hasta que se vuelve a consumir más H20. Así que recuerda: ¡Bebe!
El agotamiento por calor se produce cuando nos sobrecalentamos debido a estar fuera en condiciones climáticas calurosas sin una hidratación adecuada – especialmente si no hay sombra disponible donde uno pueda descansar después de terminar su sesión de entrenamiento en tales condiciones…
Bebe mucha agua antes, durante y después del ejercicio.
- Beba mucha agua antes, durante y después del ejercicio.
- Intente beber un total de 2 litros (unos 8 vasos) al día. Si hace ejercicio con regularidad, puede que necesite beber más.
- La mayoría de la gente debería poder cubrir sus necesidades diarias de líquidos sólo con agua, pero a algunas personas les vendrá bien añadir bebidas deportivas con electrolitos. Si utiliza una bebida deportiva, elija una con menos del 6% de hidratos de carbono, lo que significa que contiene menos azúcar que la mayoría de las marcas comerciales disponibles en supermercados o tiendas; evite las variedades “dietéticas”, ya que suelen contener edulcorantes artificiales que pueden tener efectos adversos sobre el rendimiento en condiciones de calor, como un golpe de calor.
Mantener el cuerpo bien hidratado ayuda a prevenir el sobrecalentamiento y otros problemas de salud durante el ejercicio
Beber antes y durante el ejercicio es una buena forma de mantenerse hidratado. Debe beber lo suficiente para no sentir sed, pero no tanto como para que le duela el estómago o le provoque hinchazón. Beber después del ejercicio también es muy importante porque evita que se produzca deshidratación durante largos periodos de actividad física en climas cálidos.
Si sudas mucho al hacer deporte u otra actividad física, asegúrate de beber mucho líquido a lo largo del día para que tu cuerpo pueda reponer el agua perdida a través del sudor. Una forma fácil de medir la cantidad de líquido que debes ingerir es utilizar la sed como guía: si sientes la boca seca y pegajosa cuando haces ejercicio al aire libre en un día caluroso (o incluso simplemente cuando paseas), ¡es hora de beber otro sorbo!
Conclusión
La hidratación es uno de los aspectos más importantes del ejercicio. Ayuda a mantener el cuerpo en óptimas condiciones y a prevenir el sobrecalentamiento y otros problemas de salud durante el ejercicio. Si tienes pensado realizar alguna actividad física extenuante, asegúrate de beber mucha agua antes, durante y después del ejercicio.
