¿Comes comida real? - Akros
Personalizar las preferencias de consentimiento

Utilizamos cookies para ayudarle a navegar de forma eficiente y realizar ciertas funciones. A continuación encontrará información detallada sobre todas las cookies en cada categoría de consentimiento.

Las cookies categorizadas como "Necesarias" se almacenan en su navegador ya que son esenciales para habilitar las funcionalidades básicas del sitio.... 

Siempre activas

Las cookies necesarias son requeridas para habilitar las características básicas de este sitio, como proporcionar un inicio de sesión seguro o ajustar sus preferencias de consentimiento. Estas cookies no almacenan ningún dato personal identificable.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies funcionales ayudan a realizar ciertas funcionalidades como compartir el contenido del sitio web en las plataformas de las redes sociales, recoger comentarios y otras características de terceros.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies analíticas se utilizan para entender cómo interactúan los visitantes con el sitio web. Estas cookies ayudan a proporcionar información sobre métricas como el número de visitantes, la tasa de rebote, la fuente de tráfico, etc.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies de rendimiento se utilizan para entender y analizar los índices de rendimiento clave del sitio web, lo que ayuda a ofrecer una mejor experiencia de usuario a los visitantes.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies de publicidad se utilizan para ofrecer a los visitantes anuncios personalizados en función de las páginas visitadas anteriormente y para analizar la eficacia de las campañas publicitarias.

No hay cookies para mostrar.

¿Comes comida real?

POST

SOBRE EL TEMA:

Team Akros

¿Comes comida real?

La alimentación de hoy en día se ha centrado mucho más en las calorías que en los nutrientes que nos puedan aportar dichos alimentos, cuando eso no tiene nada que ver con la salud.

Los Alimentos

Los alimentos son mucho más que la suma de sus calorías. El grado de procesamiento que puedan tener lo hemos pasado por alto, ignorando los posibles efectos que alteran al alimento y que repercuten en nuestra salud.

Una de las cosas más importantes que debemos tener en cuenta cuando queremos comer de forma saludable es la compra. Simplemente, porque, en función de cómo sea nuestra compra, serán nuestras comidas.

Por eso es vital para nosotros y nuestra salud aprender a comprar, saber leer el etiquetado y saber elegir qué alimentos nos llevamos a casa. Y en este sentido, uno de los lemas que siempre sacamos a relucir los nutricionistas es “Más mercado, menos supermercado”.

Una de las razones por las que se recomienda comprar en el mercado es porque vamos a encontrar alimentos de verdad, es decir, la “comida real”.  Hace referencia a todos aquellos alimentos mínimamente procesados o cuyo procesamiento industrial no haya empeorado la calidad del alimento o interferido negativamente en sus propiedades. Algunos ejemplos son las verduras y hortalizas, frutas, frutos secos, legumbre, pescado, huevos, especias…

Lo que seguro no vamos a encontrar en el mercado, o por menos en la mayoría de ellos, es comida basura, procesada, refrescos y alimentos llenos de azúcar.

Esto no quiere decir, que en el supermercado podamos encontrar productos con un procesamiento industrial beneficioso o inocuo con respecto a sus propiedades.

Estos productos suelen estar envasados y llevan etiqueta nutricional donde se leen entre 1 a 5 ingredientes, en los cuales no se encuentran cantidades significativas de azúcar, harina refinada o aceite vegetal refinado. Ejemplos de estos productos son el aceite de oliva virgen extra, chocolate negro o cacao en polvo >70%, leche UHT, yogures y lácteos fermentados, legumbres de bote…

Los productos que de verdad deben preocuparnos son los llamados “ultraprocesados”, que suelen tener 5 o más ingredientes, entre los que se encuentran las harinas refinadas, los aceites vegetales refinados, los azúcares añadidos, los aditivos y la sal. Estos ingredientes llevan un proceso industrial que consigue productos duraderos y  atractivos. Buen ejemplo de estos productos son los refrescos y bebidas azucaradas, zumos envasados, bollería, galletas, panes refinados, salsas comerciales, cereales refinados, precocinados…

¿Por qué debemos evitar los ultraprocesados?

El problema está cuando se convierten en la base de nuestra dieta, desplazando así el consumo de alimentos frescos. Si son los protagonistas de nuestra alimentación, estamos ante un problema potencial. Una dieta con exceso de azúcar, grasa y sal, aumenta el riesgo de padecer obesidad, cáncer, diabetes y problemas cardiovasculares.

¿Cómo los reconocemos?

No hay un elemento único que indique estamos ante un producto ultraprocesado. A la hora de mirar el etiquetado hay que fijarse en dos puntos:

– El listado de ingredientes: 

Cómo máximo deben aparecer 5 ingredientes, si no hay alimentos que reconozcamos en el listado, es una mala señal. Aunque aparezca algún alimento que identifiquemos, si tiene una larga lista de aditivos, lo mejor es evitar el producto.

– Los valores nutricionales: 

Es fundamental fijarse en la cantidad y calidad de grasas, la cantidad de azúcares y la de sal.

Sin embargo, una dieta no se convierte en saludable por el simple hecho de comer comida no procesada. Más allá de esta recomendación, no debemos olvidar que la base de una dieta sana deben de ser frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y grasas saludables, además de incluir, de forma equilibrada (si así lo decidimos) carne y pescado.

Oferta especial nuevos usuarios

1 CLASE GRATUITA

¡APUNTATE! 👉 HOY mismo puedes entrenar con nosotros de forma 100% GRATUITA

Otros contenidos seleccionados para ti

Deja un comentario